¿Qué es una caldera de condensación?

¿Qué es una caldera de condensación?

Se trata de un tipo de caldera de gas más eficiente, ya que permite aprovechar el calor del humo (producto de la combustión del gas) que en las calderas tradicionales se desperdicia, se enfría tanto que el agua contenida (en forma de gas), se condensa y lo recogemos en el interior de la caldera.  Este proceso provoca que se genere energía calorífica, la cual contribuye a calentar el agua que usaremos para el circuito de calefacción o calentamiento del agua caliente sanitaria.

Gracias a esta tecnología, la caldera de condensación puede ahorrar hasta un 30% de gas respecto a las calderas tradicionales y, por tanto, reducir las emisiones de CO2.

La suma de la energía de la llama de la caldera y el calor recuperado mediante la condensación provoca que la eficiencia energética de la caldera de condensación alcance hasta un 109% respecto a las calderas de gas tradicionales, lo que además, nos aporta un ahorro económico importante.

¿Cómo funciona la caldera de condensación?

Las calderas tradicionales desprenden humo de la combustión que se expulsa por un tubo y se pierde parte de la energía calórica producida en el proceso de combustión. A diferencia de éstas, las calderas de condensación tienen mucha más superficie de intercambio entre la llama y el agua emitiendo humos a mucha menos temperatura, aprovechando mejor la energía del combustible, tanto que los humos condensan el agua contenida en ellos, se reconduce hacia el interior generando energía calórica adicional que se usa como apoyo en el calentamiento del agua, que irá a las tuberías para calentar los radiadores u otras fuentes de calor.

Funciona mediante los siguientes pasos:

1. Se activa la caldera. El usuario debe programar la caldera para indicarle a qué temperatura quiere que se encienda. Después, cada vez que el termostato del aparato detecta que la temperatura ha descendido de ese nivel, se activa la caldera y se inicia el proceso de calentamiento.
2. Mezcla del gas y el oxígeno. El gas entra por la tubería de gas y el oxígeno entra por el tubo de entrada de aire. Ambos se unen en una cámara premezcla diseñada para este objetivo.
3. Combustión. La mezcla de oxígeno y gas entra en contacto con una chispa produciéndose la llama y el humo en la cámara de combustión, gracias a la ayuda de un ventilador conseguimos introducir el oxígeno (aire) y expulsar los humos al exterior. Con este humo calentamos un intercambiador lleno de agua.
4. Reconducción del humo. Los conductos de los humos deben tener pendiente hacia la caldera para poder recoger los condensados. Esta recogida se realiza en una cámara especial para poder volver a aprovechar su energía.
5. Condensación. En una cámara especial los condensados se recogen, generando energía calórica, que se utiliza para calentar las tuberías con el agua que entra al circuito de la calefacción o calentamiento del agua.
6. Bomba de agua. Una bomba mueve el agua por el circuito cerrado de calefacción para que el agua caliente fluya hacia los radiadores o suelo radiante.

¿Es obligatorio instalar una caldera de condensación?

En las viviendas de obra nueva solo se pueden instalar calderas de condensación, ya que son más eficientes y menos contaminantes. Esto se establece en el Real Decreto de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE), de 2013.

Esta normativa también fue adoptada por la Unión Europea mediante dos directivas, destinadas a proteger el medio ambiente:

• Directiva europea de Ecodiseño (Energy related Products ErP): establece unos requisitos de eficiencia energética.
• Etiquetado Energético (Energy Labelling Directive ELD): obliga a identificar su eficiencia energética mediante una etiqueta.

Al adquirir una caldera de gas de condensación verás que puede funcionar con gas natural o con propano. Aunque cada aparato tiene una especificación, en realidad se puede utilizar con ambos, pero en ocasiones es necesario utilizar un kit de transformación.

Comprar una caldera de condensación: ¿cuánto cuesta y de qué depende el precio?

Los precios de las calderas de condensación como casi los de todos los productos, dependen de tres factores fundamentales, los cuales analizamos a continuación:

Materiales de fabricación

Algunas partes de las calderas de gas de condensación deben estar constituidas por acero inoxidable especial o aluminio-silicio. Como el primer material es más resistente, aquellas calderas de gas que tienen una mayor parte de sus componentes de acero suelen considerarse de mejor calidad y tener una garantía de hasta 10 años. Como consecuencia, también su precio suele ser más elevado.

Otras calderas de condensación cuentan con algunos de sus elementos de aluminio-sicilio. Como éste es un material menos resistente que el acero inoxidable, suelen tener más riesgo de corrosión y a la larga podrían necesitar un mantenimiento más frecuente y costoso. Es por este motivo también que suelen tener una garantía y precio menor.

Sistema de microacumulación

Este mecanismo es muy interesante y aumenta la calidad de una caldera. Se trata de un volumen de agua interno que permite guardar cierta cantidad de agua caliente para que esté disponible en todo momento. De esta manera, cuando se enciende un grifo, automáticamente sale agua caliente y se evita esa incómoda situación en la que tenemos que esperar un poco para que el agua se caliente y, sobre todo, se evita el desperdicio de agua que se produce en ese momento.

Contar con este mecanismo aumenta el precio de las calderas de condensación, y más cuando el aparato incluye un sistema de acumulación y/o estratificación del agua.

Esta estratificación del agua se produce dentro de la caldera de gas. Se generan distintas capas de agua, según la temperatura del líquido. Cada capa de agua se guarda en un depósito distinto. Esta separación se produce gracias a que el peso específico y la densidad del líquido varía según la temperatura.

Esta estratificación permite que salga el agua a la temperatura que se busca de manera inmediata.

Capacidad de modulación

Debido a este mecanismo, una caldera puede trabajar en distintas potencias. Cuanto mayor sea el valor de la modulación, mejor se adaptará la caldera a los diversos modos de funcionamiento de la instalación de calefacción.

Existen diferentes tipos de calderas de condensación según su modulación:

• Calderas sin modulación: funcionan siempre con la misma potencia, por lo que consumen lo mismo en todo momento.
• Calderas con baja modulación: los quemadores permiten reducir su capacidad hasta en 4 veces. Suelen ser calderas económicas y que consumen menos energía que las que no tienen modulación, pero su funcionamiento no es óptimo.
• Calderas con alta modulación: admiten una disminución de su capacidad hasta en 12 veces. Gracias a esto, son las calderas más eficientes y mucho menos contaminantes.

Ventajas de las calderas de condensación

• Se puede ahorrar hasta el 30% de gas. Esto, como ya mencionamos, se debe a que en las calderas de condensación permiten recuperar calor del humo que en las calderas convencionales se pierde, con la expulsión del humo de la combustión. Al recuperar este humo y condensarlo, se aprovecha la energía calórica para calentar las tuberías que portan el agua que calentará el circuito, y esto permite que se reduzca el consumo de gas entre un 15% y un 30%.
• En las calderas de condensación que cuentan con sistema de microacumulación de agua caliente, se ahorra agua, ya que se reduce esa situación inconveniente en la que debemos dejar que el agua corra un poco hasta que se caliente.
• Se contamina menos, ya que se disminuye el consumo de gas y por lo tanto las emisiones de CO2 y NOx a la atmósfera. Son, por tanto, las calderas de condensación los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) más respetuoso con el medioambiente. Solo son más eficientes las bombas de calor de aerotermia y geotermia, que no producen, sino que trasportan energía.
• El rendimiento de una caldera de condensación alcanza hasta un 110% respecto a las calderas tradicionales, debido al aprovechamiento del calor obtenido del humo de la combustión durante la condensación, para recalentar las tuberías. Esto provoca que se aproveche entre un 20% y 30% más del calor que se utiliza para calentar el agua del circuito durante la combustión, - que sea generado por esa recuperación del humo caliente, - y entre un 80% y 90%, mediante el calor de las llamas.
• Las calderas de condensación, al ser las más eficientes desde el punto de vista energético, pueden instalarse con la ayuda de subvenciones, que están impulsando los distintos niveles de gobierno, CCAA, Ayuntamientos… con el objetivo de extender el uso de sistemas de climatización más eficientes.  

Las calderas de condensación son, en definitiva, las más eficientes desde el punto de vista del ahorro energético y las más sostenibles, si analizamos la emisión de gases de efecto invernadero.

Todas las calderas de condensación son altamente eficientes y sostenibles, pero como hemos analizado en este artículo, existen una serie de factores que afectan al nivel de eficiencia energética y a la sostenibilidad de estos aparatos. Estos factores también afectan, como consecuencia, al precio de las calderas de condensación. Por eso, es conveniente contar con la asistencia de un experto para saber cuál es la mejor caldera de gas para satisfacer las necesidades de climatización y calentamiento de agua de nuestra vivienda o negocio.

En Endesa X, contamos con una amplia gama de calderas de condensación y con un equipo de expertos que podrán asesorarte en el proceso de la compra de tu caldera de gas y especialistas en la instalación, que se asegurarán de que tu aparato quede montado en condiciones óptimas, para garantizar su eficiencia, buen mantenimiento y seguridad.